¿Nos aceptamos tal cual?
Cuando no nos aceptamos tal como somos o ponemos barreras y resistencia a nuestro bienestar. Y no estoy hablando de vanidad, ni de arrogancia porque eso no es amor, es temor.
Hablo de valorar al ser que somos, a ese que vemos en el espejo todos los días.
No es bueno cerrar los brazos
Cruzar los brazos sobre el pecho es siempre un
gesto de aislamiento y no dejamos entrar nada nuevo. Hay que estar abiertos
para recibir nuevas ideas, estar dispuesto a aprender y a cambiar,
dispuesto a crecer.
Ejercicio
Hay
un ejercicio que consiste en hacer afirmaciones mirándose en el espejo, hablar
consigo mismo ante el espejo.
Que lo primero que hagáis por la mañana sea
miraros al espejo, antes de ir al cuarto de baño o de hacer cualquier otra cosa.
En ese momento tan delicioso, miraos en el espejo y decid: "Te quiero. ¿Qué
puedo hacer hoy por ti para hacerte feliz?".
Puede que durante un tiempo no obtengáis
ninguna respuesta porque esa parte vuestra no confía en vosotros, pero si lo hacéis
como ejercicio diario, lograreis una buena comunicación con vosotros mismos.
Algo
muy curativo es un par de veces al día durante un mes mirarse en el espejo a
los ojos y decir: -Te quiero, de veras, te quiero y entonces dejar que afloren
los sentimientos y ser conscientes de ellos.
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